La Moda y los Demonios

“Dentro de un mundo donde toda la realidad es relativa, encontramos que: Una serie de errores similares en un conjunto de ideas particulares de los individuos, se vuelve la razón, cuando en su minoría, sería un caos.”

Amartya Ayten

jueves, 14 de mayo de 2009

¿Y mañana?



¿Qué es lo que se asoma por mi ventana?
Una mañana triste y desolada.

Mis ojos se abren y se
encuentran con un techo,
y me mira y se acuerda
de la misma mirada.

El mismo techo que inerte
fuma el humo de mi cigarro
elevándose desde mi boca
que suele estar acostada
en la sien de mi
amada, o de la que hoy no
es mi amada, que igual
fuma e igual ve el techo
desde mi almohada.

Una mañana triste y desolada
mira por mi ventana,
espera a que el tiempo pase
sin que pase nada.

-¿Cuánto tiempo llevas sentado
en esa sillita postrada a la luz
de una triste y desolada mañana? –
Me pregunta la mujer desnuda sobre mi cama.

Juraría que una eternidad,
y no pasó nada, le digo
sin sentimiento en cara

A ella se le salen dos lágrimas,
se sienta y junta las rodillas
y en ellas pone su cara.

El tiempo pasa, la mañana acaba,
ella con una sonrisa
me dice y me reclama:
-Idiota, eso lo quería escuchar mañana.



Nahún Ávila Cerón

martes, 21 de abril de 2009

Sombras sin pasos


Cuando el alba toca mi frente
-ya no quiero abrir mis ojos-
sin embargo lo hago
y lo primero que veo es tu ingente ausencia.


Doy media vuelta,
la sombra que sigue mis pasos…
ya no esta,
la fragancia que acompaña mis suspiros…
ya no la recuerdo.


Sin embargo mis llantos no alimentan la almohada,
mis rezos se han ahogado entre lamentos,
tu alma, mi elixir,
desvanecido entre rencores.


Mi vida concentrada en tu sangre inerte.
En el iris
tu recuerdo:
mi contorno…
y oscuridad.






Nahún Ávila Cerón

domingo, 19 de abril de 2009

Monstruo de la noche


Me he convertido en ese loco
que le gusta beber lágrimas ajenas,
un cupido sin amor para consolar sin ser consolado;
ese perro vagabundo “cuenta cuentos”,
mentiroso de sangre humana,
que para vivir necesita sus propios cuentos,
sus propias desgracias.
Nahún Avila Cerón

Irene

Si tan sólo fueran mis palabras más húmedas,
mis caricias menos heladas,
porque deseo que tu beligerante piel
se diluya en mis palabras,
que mi techo sólo derrame lágrimas saladas.


No tomes de hábitos mis pecados,
en tu inocencia declarada
por la tristeza de la madurez muerta.


Terror de tu alma
que secreta veneno de mil razones
que sólo corresponden a un corazón.

-razones-

Sólo tristezas y amarguras
de la llaga de las aventuras
fluyen como mariposas de tu amor.


Pero sólo la palabra correcta
te ha de tocar
y te llevará por la vida
para que pruebes tantas horas
de aquel sabor: melancolía.




Nahún Ávila Cerón

lunes, 6 de abril de 2009

Recuerdos


En el recuerdo de los
recuerdos adorados:

Tengo una noche tibia,
un techo caliente, y un beso
de dama hirviente.

Como una fotografía
que embalsa las buenas
alegrías, he de tenerte
presente.




Nahún Ávila Cerón
04/12/05

Sado


No tengas miedo,
aunque la luna ya no brille
el tormento seguirá a tu lado,
y así como de la felicidad nace el sufrimiento,
del dolor encarnara el placer.

Siguiendo tus manos,
dentro de mi cuerpo,
calentara cada vena, cada sentimiento,
llevándome a la vida:
la muerte.

Pero yo seré el que olerá tu perfume sádico,
tan lleno de miseria
y patético como mi vida
que satisface tu amor.




Nahún Ávila Cerón

Solo me dejaste




Como aquel nagual,
guardián de tumbas,
refugio de corazones.


Como aquel susurro
que ya solo es perfume
de lagrimas
cultivadas en tu alma.


Como aquel pensamiento
pasajero
entre tus dedos;
como aquel suspiro
cuando me viste por ultima vez.




Nahún Ávila Cerón

Yeux


Con tu aroma amargo, con tus lágrimas vacías,
con tu cabello prohibido, como las entrañas de tus secretos;
muero por husmear como un gato en tus sentimientos,
de aquel aroma y pensamiento ya solo tengo tus recuerdos.

Solo quiero matar mis deseos en tu cuerpo,
quiero esperar el destino y morir en tus aposentos;
¿Qué puedo pedirle a la vida?
– un éxtasis de tu piel –

Estar contigo, junto a la luna,
que con su luz pule todos los errores;
estar en este lugar donde los sentimientos aumentan,
donde la gente corre por la vida y tú te quedas tan solo un instante
para aprender de mi soledad.

Estoy aquí, tal vez para esperar
aquella sombra que vele mis sueños,
estoy aquí donde mi vista pierde el sentido de las cosas,
donde mi mente se distorsiona
y el aura de la soledad se mete entre mi piel.

Pero como siempre,
seremos mentirosos de susurros,
poetas de locuras,
y tristes de si.

Nahún Avila Cerón

Vivir



Sigo aquí, enervado por la soledad total,
soñando y despertando,
esperando, huyendo de la paciencia y la mortalidad.




Nahún Avila Cerón