Cuando el alba toca mi frente
-ya no quiero abrir mis ojos-
sin embargo lo hago
y lo primero que veo es tu ingente ausencia.
Doy media vuelta,
la sombra que sigue mis pasos…
ya no esta,
la fragancia que acompaña mis suspiros…
ya no la recuerdo.
Sin embargo mis llantos no alimentan la almohada,
mis rezos se han ahogado entre lamentos,
tu alma, mi elixir,
desvanecido entre rencores.
Mi vida concentrada en tu sangre inerte.
En el iris
tu recuerdo:
mi contorno…
y oscuridad.
Nahún Ávila Cerón
-ya no quiero abrir mis ojos-
sin embargo lo hago
y lo primero que veo es tu ingente ausencia.
Doy media vuelta,
la sombra que sigue mis pasos…
ya no esta,
la fragancia que acompaña mis suspiros…
ya no la recuerdo.
Sin embargo mis llantos no alimentan la almohada,
mis rezos se han ahogado entre lamentos,
tu alma, mi elixir,
desvanecido entre rencores.
Mi vida concentrada en tu sangre inerte.
En el iris
tu recuerdo:
mi contorno…
y oscuridad.
Nahún Ávila Cerón
Sabes que me encanta todo lo que escribes. Te quiero mucho. Espero verte pronto, ya te extraño
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